domingo, 29 de abril de 2012

Antes que la frente se marchite, es necesario volver.

Hace 10 años tomamos la decisión de emprender un nuevo camino. Una serie de circunstancias personales nos llevaron a buscar nuevos  horizontes, y España fue el destino elegido, representó todo un desafío. Un desafío en el que solo nosotros dos confiábamos. Las cosas salieron mucho mejor de lo que nunca hubiéramos imaginado, pero siempre hubo una parte de mí que nunca se fue.

Lo podría manifestar de muchas maneras, pero siempre me gusta ir contando mis sensaciones y hoy que vuelvo la vista atrás, no hubo prácticamente un día en que no leyera La Nación, o el Olé, que no estuviera al tanto de la situación de Racing. Si comparo ello con la búsqueda de mi lugar aquí, la tele te acompaña a diario, pero las emociones me quedaron en Argentina. No hubo vez que no escuchase esta canción y se me cayera una lágrima.



Fueron muchas partidas, muchos viajes y muchas despedidas. No fue precisamente al llegar a la Plaza de Mayo, pero muchas veces me dio por llorar.

Y hace ya un tiempo, que me empecé a ir, a volver. No creo que pueda explicar lo que se siente, porque solo el que se ha ido sabe lo que se siente. Recuerdo que ya el año pasado lo comenté con mis suegros, que ya no me sentía tan a gusto, también lo hablé con algunos amigos, pero en ese momento aún me costaba que Paola me acompañase, ella se sentía mucho mejor que yo.

Matías se nos fue haciendo grande, y eso también ayudó a que me dé cuenta de lo que estábamos perdiendo, tal vez no nosotros que ya tenemos nuestra vida hecha, sino él. Más de una vez nos ponemos a hablar de nuestra familia, de nuestros primos, de nuestros hermanos y de pronto Matías pregunta: Yo tengo primos? Quienes son mis tíos? Y duele, duele que por una decisión nuestra, a él lo estemos criando como si un tuviese familia.

Al principio me sentía más fuerte y siempre lo compensaba con que la situación aquí era mucho mejor que allá, que él tendría aquí un futuro mucho mejor que allá y que valía la pena el sacrificio. Pero hoy me lo pregunto, y realmente es así? Realmente una cosa compensa la otra? Y la respuesta hoy ya no me convence.

Y a Paola ya tampoco comienza a convencerle. Ya los dos empezamos a ver que el precio es demasiado. 

Sabemos que allá no cambió nada, pero Argentina es nuestro lugar. Si nosotros hemos crecido y sido felices allí, porque él también no puede serlo. Y lo será rodeado de la familia que tiene, y que él no conoce y que ellos tampoco lo conocen a él.

Aquí también lamentablemente las cosas han cambiado, aquí en el horizonte ya no brilla tanto el sol como hace 10 años cuando llegamos, los nubarrones cada vez son mayores. Y es una situación que nos duele también, porque nos sentimos parte de este país. Y nos duele por nuestros amigos, por aquellos con los que compartimos a diario este presente y con los que hemos compartido momentos maravillosos, que han compartido nuestros logros como nosotros hemos compartido los suyos, que hemos visto crecer nuestros hijos mutuamente, las fiestas, las reuniones, un montón de momentos maravillosos que guardaremos en nuestro corazón durante todo lo que tengamos de vida.

Suena a despedida, porque lo es. Hoy hemos terminado de cerrar esta decisión. Creemos que es el momento de volver.

Son decisiones difíciles, pero era el momento de tomarla. En mi caso, ya la edad creo que no me da más oportunidades, al menos de reinsertarme laboralmente, por eso tampoco lo quería demorar mucho más.

Hoy, hablábamos con Alfonso y me preguntó si esto para mí era un fracaso? Y No, la respuesta que le di claramente fue No.

Esto para mí y para Paola fue una experiencia, un reto que nos propusimos hace 10 años y que no sabíamos cuanto tiempo podía durar, sabemos que hubo gente que pensó que no llegaríamos ni a 6 meses y aquí estamos 10 años después. 

Hemos vivido unas experiencias increíbles, hemos recorrido y conocido lugares que nunca habíamos pensado recorrer ni conocer. Nos vamos con una cantidad increíbles de amigos y conocidos, con una sensación de haberlo conseguido todo y no nos queda más que decirles: Gracias

Hace unos días ya, cuando la decisión estaba prácticamente tomada, comenzamos a consultar con algunos amigos de allá como está la cosa, suponíamos que mucho no ha cambiado porque estamos bastante informados pero nos sorprendió que recibimos de todos casi la misma respuesta: “Argentina, mal, como siempre, un kilombo.. bla.bla.bla pero a mí… personalmente me va bien” Y la verdad, si algún día nos escuchásemos y nos diésemos cuenta, nos daríamos cuenta que si a casi todos les va bien, será por algo, no les parece?

Y tal vez esta es una de las cosas que aprendimos aquí, y lo que más valoramos. Aquí aprendimos a ser felices, a ver la vida de otra manera, y descubrir que la felicidad está donde uno quiere que esté.
Y por eso creemos que es el momento oportuno de volver. De intentar llevar allá este mensaje y esta manera de ver las cosas.

Y a todos nuestros amigos y conocidos de aquí, los despido con una frase de Soda Stereo, un grupo Argentino que nunca dejé de escuchar: Gracias Totales !!!!!!!!!!!!!!